El cineasta paceño filmó por primera vez un largometraje en la ciudad de Santa Cruz
Marcos Loayza regresa al cine con la comedia Las bellas durmientes
CINE El director de Cuestión de fe, El corazón de Jesús y El Estado de las cosas retorna al cine después de cuatro años con la propuesta de una comedia policial que trata sobre la historia de un sargento y un cabo.
Anahí Cazas / Página Siete - 11/06/2011
Fotos: Cortesía de Christian Rocabado
Poco acostumbrado a los 32 grados de calor ambiental, el cineasta paceño Marcos Loayza filmó en Santa Cruz hace un mes Las bellas durmientes, película que tiene previsto estrenar en septiembre. El pasado 9 de mayo, sudoroso y vestido con una polera delgada, Loayza filmaba las últimas escenas de la película en plena capital oriental. Ese día, la prensa cruceña anunciaba el rodaje de la nueva película boliviana. En esa misma jornada, los canales de televisión transmitían las primeras imágenes del rodaje. En las mismas se observaba al cineasta dirigir concentrado y serio una de las escenas. “¡Acción!”, gritó, y entonces los actores comenzaron la dramatización en una unidad policial. “Se trata de una comedia policial que narra la vida y las aventuras de un sargento y de un cabo”, explica Loayza. La película inició el rodaje el 14 de abril y duró cinco semanas. Las escenas se montaron en distintos lugares de la capital cruceña. “Está vez, a diferencia de mis otros filmes, grabamos en varias locaciones”, cuenta Loayza. En su exitosa película Cuestión de fe (1995) todo el rodaje se hizo en un pueblo de los Yungas y en Corazón de Jesús (2004) se utilizó una sola locación. Pero en su nueva obra, Las bellas durmientes, el director junto a su equipo paralizaron por algunas horas el Primero, Segundo, Cuarto, Quinto y Sexto anillos. El cineasta andino Desde el comienzo, Las bellas durmientes fue una apuesta riesgosa. Después del éxito de sus otros largometrajes, Loayza decidió tomar un rumbo diferente en su carrera. Entre esos cambios emprendió el desafío de filmar por primera vez en el oriente boliviano. “Todo es nuevo, la película esta filmada de alguna manera en un lugar que no es mío, porque realmente era un cineasta muy andino”, dice. Para el cineasta, ahora la capital cruceña es el escenario perfecto para mostrar el rostro del país. “Decidí filmar en Santa Cruz porque tengo una deuda con esa ciudad y porque creo que es de alguna forma el resumen de Bolivia, porque esa ciudad es lo que fue La Paz, el crisol de la bolivianidad, con todos sus conflictos”, comenta, aunque no es el objetivo de la película reflejar esa diversidad que existe en el país. “En Santa Cruz hay una gran cantidad de guaranís, como también hay aymaras, potosinos, benianos, paceños y extranjeros, entonces es un lugar donde, con mucha claridad, sí se pueden ver las contradicciones y los contrastes que existen en Bolivia, más que en otras partes”, destaca Loayza. El director revela también que desde su última producción cinematográfica, El estado de las cosas (2007), decidió hacer algunos cambios en lo técnico y lo narrativo de su nueva obra. En busca de esos cambios, en el rodaje el cineasta experimentó una forma diferente de trabajar. En Santa Cruz lo más difícil fue el uso de las luces, porque es más benévola, y a diferencia de rodar en el altiplano, cuando prendió 30.000 vatios de luces para una escena, sintió estar en un infierno. “Tuvimos que acostumbrarnos, porque la verdad fue un reto trabajar en otro lugar del país”, dice Loayza, quien quedó sorprendido por la acogida y ayuda de la gente cruceña que recibió alegre la noticia de que en sus calles se filmaba una nueva película boliviana, que se trataba del autor de la inolvidable Cuestión de fe. (Sigue en la página 32)
El proceso de preproducción de la película comenzó hace un año y medio. En ese tiempo, Loayza se dedicó a trabajar en la corrección del guión. El cineasta revela que en esta película hay una dramaturgia y una escritura diferente. “Realmente yo trabajo con guiones más cerrados y de construcción de géneros cinematográficos”, explica, pero considera que esta historia es un verdadero reto porque tiene la percepción de mostrar el país y la sociedad de la manera más sincera posible, sin caer en los estereotipos y la coyuntura. Aunque confiesa que cuando acaba de rodar una película no sabe cómo va terminar, pues no trabaja con la certeza de tener un final definido. “Creo que la capacidad creativa es reconocer la semilla buena de la débil”, dice. Ahora Loayza está en ese proceso porque trabaja la etapa de edición de la película y el diseño de la banda sonora. Calcula que en los próximos tres meses tendrá lista a Las bellas durmientes y hace unos días se fue a Argentina para la edición. La historia de la película Loayza cuenta que la película es ficción y es una comedia policial. “Lo que pasa es que no encajo mucho en los géneros, por eso creo que es una comedia, como fueronCuestión de fe y Corazón de Jesús”, explica. Las bellas durmientes se centran en la historia y la aventura de dos personajes, el cabo Quispe y el sargento Parada, quienes son dos investigadores policiales que trabajan en la ciudad de Santa Cruz. El cineasta no realizó un casting para elegir a los protagonistas. Prefiere hacer un seguimiento de la trayectoria de los actores y ante todo busca empatía para trabajar con una persona. “Respeto la manera de trabajar de un actor, pero toda decisión tiene que hacerse en equipo”, comenta el director. En el rodaje participaron más de 300 personas, entre actores y extras. Además formaron parte del rodaje 20 modelos cruceñas. Los protagonistas son: Luigi Antezana, Daniel Larrazábal, Andrea Aliaga y Gisely Hernández.
El cineasta paceño filmó por primera vez un largometraje en la ciudad de Santa Cruz
Marcos Loayza regresa al cine con la comedia Las bellas durmientes
CINE El director de Cuestión de fe, El corazón de Jesús y El Estado de las cosas retorna al cine después de cuatro años con la propuesta de una comedia policial que trata sobre la historia de un sargento y un cabo.
Anahí Cazas / Página Siete - 11/06/2011
- El proceso de preproducción de la película comenzó hace un año y medio. En ese tiempo, Loayza se dedicó a trabajar en la corrección del guión. El cineasta revela que en esta película hay una dramaturgia y una escritura diferente. “Realmente yo trabajo con guiones más cerrados y de construcción de géneros cinematográficos”, explica, pero considera que esta historia es un verdadero reto porque tiene la percepción de mostrar el país y la sociedad de la manera más sincera posible, sin caer en los estereotipos y la coyuntura. Aunque confiesa que cuando acaba de rodar una película no sabe cómo va terminar, pues no trabaja con la certeza de tener un final definido. “Creo que la capacidad creativa es reconocer la semilla buena de la débil”, dice. Ahora Loayza está en ese proceso porque trabaja la etapa de edición de la película y el diseño de la banda sonora. Calcula que en los próximos tres meses tendrá lista a Las bellas durmientes y hace unos días se fue a Argentina para la edición. La historia de la película Loayza cuenta que la película es ficción y es una comedia policial. “Lo que pasa es que no encajo mucho en los géneros, por eso creo que es una comedia, como fueronCuestión de fe y Corazón de Jesús”, explica. Las bellas durmientes se centran en la historia y la aventura de dos personajes, el cabo Quispe y el sargento Parada, quienes son dos investigadores policiales que trabajan en la ciudad de Santa Cruz. El cineasta no realizó un casting para elegir a los protagonistas. Prefiere hacer un seguimiento de la trayectoria de los actores y ante todo busca empatía para trabajar con una persona. “Respeto la manera de trabajar de un actor, pero toda decisión tiene que hacerse en equipo”, comenta el director. En el rodaje participaron más de 300 personas, entre actores y extras. Además formaron parte del rodaje 20 modelos cruceñas. Los protagonistas son: Luigi Antezana, Daniel Larrazábal, Andrea Aliaga y Gisely Hernández.
Fotos: Cortesía de Christian Rocabado
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