Aún no tiene la fecha oficial del estreno de “Bellas durmientes”, sin embargo y mientras da los toque finales, Marcos Loayza habla con “Cosas” de sus expectativas y algunos pormenores de la filmación, adelantando algo sobre el argumento de esta su nueva producción.
Por Martha OtazúFotos Chritian Rocabado - Alejandro Loayza
"Es un buen momento de mi vida. Uno va acumulando experiencias y aprendiendo, también de los errores; llega a una edad en la que se sabe qué no debe y qué es capaz de hacer, pero además te sueltas, a mí, por ejemplo, ya no importa tener que mostrar mi prestigio como cineasta, eso ya lo tengo ganado, tengo la libertad de hacer cosas más atrevidas o convencionales si quiero”, comenta el cineasta Marcos Loayza.
Nos reunimos para hablar de su próxima película, “Bellas durmientes”, un thriller que tiene como protagonistas a hermosas modelos asesinadas y al cabo Quispe, un incansable investigador de la Policía. Aún no tiene la fecha exacta para el estreno, sin embargo presume que será antes de finalizar este año.
“Hasta que el público no la ve y no te la respuesta no sabes, es una incertidumbre, una apuesta”, dice Loayza refiriéndose a las expectativas que tiene. En “Cuestión de fe”, recuerda, la gente reaccionó encariñándose con la cinta y reía con escenas que no estaban precisamente planificadas para eso. En todo caso, dice, “tengo como premisa no aburrir al espectador por el respeto que le tengo”,
“Bellas durmientes” es una película, como define Loayza, “de bajo presupuesto”. El experimentado director recalca la importancia de hacer cine que permita recuperar lo invertido dentro el mercado nacional, pues “eso es lo que nos da la opción de seguir haciendo cine”. La cinta no ha recibido subvención alguna, es totalmente independiente.
Dos de sus hijos, Santiago y Alejandro, participan de esta apuesta, el primero como productor y el otro como parte de la producción creativa. “Es una suerte poder trabajar con la familia, estar con mis hijos; enriquece mucho porque son puntos de vista muy diferentes y puedo acceder de forma directa al mundo de ahora, a la modernidad. Ha sido algo muy valioso”, resalta.
“Bellas durmientes” fue filmada en Santa Cruz, experiencia que Loayza califica de muy placentera. “La gente es de alguna manera menos desconfiada, íbamos a filmar y nos prestaban el espacio sin problemas, pero, por otro lado, el calor era algo que no teníamos contemplado, hacían 30 ó 35 grados y si a eso le prendes luces de cinco mil vatios hay una temperatura a la que no estamos acostumbrados”.
Sobre la participación de modelos en la cinta y su desempeño, Loayza dice sentirse satisfecho. “Es gente que ha estado en televisión, en pasarela, en sesiones fotográficas o de video, así es mucho más fácil filmar. Hay el prejuicio de que la modelo es una tabla, pero en general tiene más capacidad porque sabe trabajar con su cuerpo”.
Miedos reales
“Siempre sientes miedos cuando tocas la realidad; hay gente que se ve mal reflejada y piensa que hay saña. Cuando hicimos ‘Cuestión de fe’ teníamos miedo de la reacción de la iglesia católica, o la iglesia protestante. En este caso está el mundo de las pasarelas, de las modelos y también el policial; el temor es que sientan que hay falta de respeto, más aún con las nuevas leyes, pero creo que el oficio del artista es ser consecuente y mostrar lo que debe mostrar”.
Modelos, thriller… ¿está buscando hacer un cine que venda?, preguntamos. “Si uno quiere vender hace choripanes o bebidas alcohólicas, que venden mejor. Tenemos una noción de lo que es banal y lo que es profundo no muy bien aceptada. Hay un montón de prejuicios. De eso también trata la película, de cómo nos vemos, porque no somos Los Ángeles para tener una tremenda estrella de cine, o San Pablo para tener una top model, pero tampoco nos damos nuestro propio lugar. Esto además está cruzado con la discriminación y el racismo. Eso es algo que nos impide construir nacionalidad, nación”, contesta.
“Bellas Durmientes” va en sentido contrario a como fueron hechas las otras películas de Loayza. “Siempre filmé mis películas a partir de lo nuestro, historias bolivianas para bolivianos con dramaturgia boliviana; en este caso he cambiado partiendo de afuera, de la belleza, del modelaje, del thriller, para terminar en nosotros”, resume.
“Hago películas para comprender ciertas cosas de la vida, de la realidad y mías propias; no hago una película conociendo las respuestas. Hago cine para plantear las preguntas y activar las respuestas, le propongo al espectador esas preguntas sin saber las respuestas. Si fuera un cine de respuestas sería de por sí aburrido”.
Loayza espera que “habiendo hoy más salas de cine, la película pueda tener más público del que tuvieron ‘Corazón de Jesús’ y ‘Escrito en el agua’”. Sabe que la mejor propaganda es el comentario de la misma gente y por eso aspira a que la película guste, que el público “la pase muy bien, que se divierta y se quede pensando, no que le cambie la vida, una película no es para eso”
Finalmente reconoce que está pasando por un buen momento. “Tengo mucha creatividad porque he tenido un ciclo de mucha acumulación, estoy preparando una exposición de dibujos míos –en la Alianza Francesa- y estoy haciendo obras de teatro. Cuando uno tiene muchas ideas es siempre mejor”, afirma.
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